Una investigación llevada a cabo por la investigadora nacida en Miramar, Miriam Baschini determinó que el barro de la laguna Mar Chiquita, está compuesta por elementos similares a los fangos de otros lagos salados utilizados para realizar fangoterapia.
“Los hemos comparado con los del Mar Menor en Murcia, España y los del Mar Muerto. No son idénticos, pero varios de los componentes del fango de Mar Chiquita se encuentran también en los otros dos sistemas mencionados.”
“En el Mar Menor y el Mar Muerto la fangoterapia se encuentra muy desarrollada”, manifestó la investigadora al exponer su trabajo en el encuentro mundial de lagos salinos realizados en Miramar.
Entre los elementos encontrados por Baschini figura la “calcita”, usada con fines abrasivos y como ingrediente en las pastas dentales. También se encontraron “sales de sodio”, utilizadas en baños; y “micas” que se usan en cremas y emulsiones.
“Los efectos del fango ocurren porque se producen intercambios entre sus componentes y la piel de la zona de aplicación. También hay efectos térmicos asociados, ya que las aplicaciones se realizan a temperatura algo superior a la del cuerpo o se acompaña con exposición al sol”, explica Baschini.
El barro produce sensación de calor, vasodilatación, transpiración y estimula la frecuencia cardíaca y respiratoria. Tiene efectos antiinflamatorio, analgésico y está indicado para procesos reumáticos crónicos y artrosis degenerativa. También se recomienda para tratar secuelas de lesiones osteoarticulares, fracturas, dislocaciones y enfermedades en la piel.
Inversiones. Walker explica que la localidad posee un centro baneológico termal que está concesionado a una empresa privada. “Funciona poco y no tiene las instalaciones adecuadas. Necesita inversión”, comenta.
Y agrega: “Ahora la actividad está tomando ritmo. Pero el turismo salud ya no consiste en embarrarse en la costa. Se buscan tratamientos en spa , lo cual requiere inversión”.
También hay particulares que recolectan barro y lo acondicionan para la venta. Pero el intendente asegura que hay tratativas con expertos de Israel que trabajan en el Mar Muerto para mejorar la actividad.
“Hay camino por delante. Para el año que viene avanzaremos bastante. Es una tarea que realizamos con los municipios de Balnearia, Marull y La Para. La intención es trabajar para impulsar esta actividad que une turismo con salud”, dice Walker.
El objetivo es que en la zona se fabriquen productos cosméticos a partir del fango de la laguna.
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