De la mano de Diniz, Fluminense conquistó América

Fluminense la vio pasar de largo varias veces. Perdió una final contra la LDU del “Patón” Bauza en 2008. Vio festejar a su clásico rival, Flamengo, en tres ocasiones. Al final, sufriendo, frente a un Boca Juniors que fue creciendo a lo largo del partido, se quedó con la Copa Libertadores. Ganó 2-1 en el Maracaná, en el alargue, goles de Germán Cano y John Kennedy.

El “Fluzao” se adueñó del partido de entrada y Boca hizo lo que habitualmente hace en los partidos de Libertadores: jugó cerca de su arquero, cerró espacios y, si había la posibilidad, buscaba alguna opción para hacer daño a través del “Colo” Barco y Miguel Merentiel. En un primer tiempo de pocas chances netas de gol, Jhon Arias y Keno se juntaron para asistir a Germán Cano y generar el primer grito de la final.

En el segundo tiempo, Boca sacó chapa y empezó a sentirse cómodo con la pelota. No transformó la posesión en oportunidades, pero se notó como Almirón adelantó líneas y buscó ser más profundo con las subidas de Advincula por derecha y Fabra por izquierda. Con el correr de los minutos, los “Tricolores Cariocas” empeazaron a controlar más el juego, hasta que en una jugada de otro partido y con mucha pasividad del sistema defensivo, un golazo del peruano Luis Advíncula, que encontró el hueco para rematar desde afuera del área le dio el 1-1 al “Xeneize” en Brasil.

Fernando Diniz optó por darle otra cara al equipo y realizó cuatro modificaciones para intentar ganarlo en los 90′, mientras Boca seguía con su plan de controlar los tiempos para llevar el partido al alargue. A falta de 3 minutos para el final, los brasileños tuvieron una muy clara en los pies de Diogo Barbosa que había ingresado por Marcelo en el lateral izquierdo. El remate pasó lejos del arco de “Chiquito” Romero y el partido se dirigió al tiempo extra minutos despúes.

Ya en el alargue, Fluminense encontró la ventaja que tanto había trabajado con un golazo al mejor estilo Fernando Diniz. La empezó Diogo Barbosa con un ṕelotazo, la bajó Keno y John Kennedy llegó de frente para pegarle como manda el manual y poner el 2-1 para delirio del público carioca en Rio de Janeiro. Segundos más tarde, saltó el vallado que separaba las tribunas y corrió a los brazos de la parcialidad “tricolor” presente. Como el reglamento no lo permite y es pasible de amonestación, Wilmar Roldán terminó expulsandolo.

Boca tenía poco más de 15 minutos con un hombre a más para ir por todo o nada, pero minutos antes del cierre del primer tiempo del alargue en una jugada por izquierda, Fabra devolvió gentilezas con una infantilidad. Mientras todos reclamaban un posible penal, se armó una pequeña discusión que derivó en el manotazo del colombiano a Nino y que a instancias del VAR terminó siendo expulsado para dejar a ambos equipos con 10 jugadores con todo el segundo tiempo extra por disputarse.

El “Xeneize” intentó, pero Fluminense resistió hasta el pitazo final de Wilmar Roldán y dar espacio a una alocada celebración de todo el plantel. El título no es más que una coronación a un equipo que dejó momentos de un grandísimo fútbol a lo largo de toda esta edición de la Conmebol Libertadores. Un equipazo desde la experiencia de Fábio en el arco, la solidez de Nino-Felipe Melo atrás, la lectura de juego de André, la pausa de Paulo Henrique Ganso, la electricidad de Keno, las gambetas de Jhon Arias y el olfato goleador de Germán Cano.

Repasamos los últimos campeones de Copa Libertadores:

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